BERLÍN, Nov. 17, 2024 (GLOBE NEWSWIRE) -- European Bioplastics (EUBP) acoge con satisfacción la inclusión de los plásticos de acolchado biodegradables en el suelo, los agentes de recubrimiento y los polímeros de retención de agua en el RPF y el papel clave otorgado a las normas existentes relativas a la biodegradación de los plásticos de acolchado en el suelo. Los criterios de biodegradabilidad recién definidos son estrictos, pero validados científicamente, y demostrarán plenamente que los plásticos de acolchado biodegradables en el suelo certificados son seguros para el medioambiente, a la vez que contribuyen a la salud y la fertilidad del suelo.
En octubre de 2024, la Unión Europea incorporó determinados productos biodegradables en el suelo en el Reglamento (UE) 1009/2019 por el que se establecen disposiciones relativas a la puesta a disposición en el mercado de los productos fertilizantes («Reglamento de productos fertilizantes» o «RPF»). Entre dichos productos se incluyen los plásticos de acolchado biodegradables en el suelo, los agentes de recubrimiento y los polímeros de retención de agua. En particular, los plásticos de acolchado biodegradables en el suelo se han designado como enmiendas del suelo.
Estos productos pueden llevar la marca CE (a partir del 20 de noviembre de 2024 en el caso de los plásticos de acolchado biodegradables en el suelo y a partir del 17 de octubre de 2028 en el caso de los agentes de recubrimiento y los polímeros de retención de agua), lo que significa que se ha evaluado adicionalmente que cumplen los estrictos requisitos de seguridad, salud y protección medioambiental de la UE, y que pueden comercializarse sin restricciones en el mercado único ampliado del Espacio Económico Europeo. «La inclusión allana el camino para más inversiones, innovación e investigación en este campo, que está estrechamente relacionado con una bioeconomía circular», afirma Hasso von Pogrell, director general de la EUBP.
«Los plásticos de acolchado biodegradables en el suelo certificados se aplican en suelos agrícolas desde hace más de 20 años, y su comportamiento agronómico y su fin de vida útil se han evaluado ampliamente. Se ha demostrado que tienen una eficacia agronómica similar a la de los plásticos convencionales no biodegradables, concretamente en términos de aumento del rendimiento y de la calidad de los cultivos, control de las malas hierbas y aumento de la temperatura y la humedad del suelo», añade.
Según la EUBP, los plásticos de acolchado biodegradables en el suelo certificados aportan beneficios significativos cuando la recuperación y el reciclaje completos de los plásticos de acolchado basados en plásticos convencionales no son factibles y podrían provocar una pérdida potencial de la capa superficial del suelo o la acumulación de microplásticos persistentes. Los plásticos de acolchado no biodegradables especialmente finos (de menos de 30 µm) son difíciles de recuperar, lo que puede provocar un preocupante nivel de contaminación por plásticos en los campos.
«Los plásticos de acolchado biodegradables en el suelo están diseñados para biodegradarse in situ, lo que elimina la necesidad de recuperación, reciclaje o retirada tras la cosecha. Su inclusión en el RPF supone un paso importante hacia la promoción de una bioeconomía sostenible dentro del sector agrícola, al tiempo que se aborda la cuestión de los microplásticos persistentes en los suelos», concluye von Pogrell.
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